miércoles, 8 de septiembre de 2010

más sobre mapas mentales


El mapa mental es una técnica que permite la organización y la manera de representar la información de forma fácil, espontánea y creativa para que sea asimilada y recordada por el cerebro. Así mismo, este método permite que las ideas generen otras ideas y se puedan ver cómo se conectan, se relacionan y se expanden, libres de exigencias de cualquier forma de organización lineal. Generando una representación gráfica.

¿Cómo hacer un mapa mental?
La forma más básica de empezar a usar los mapas mentales como herramienta es la siguiente. Los materiales requeridos son: una hoja blanca colocada horizontalmente, por lo menos 3 colores y pluma.

1 Escriba o dibuje una imagen central.

2 A partir de la imagen central desprenda entre 5 y 7 ramas que sean los aspectos importantes que usted considere para su idea. Pueden ser: funciones, partes que los componen, preguntas.

3 De las ramas principales desprenda sub-ramas y así sucesivamente jerarquice y estructure su idea hasta donde usted lo desee.
Escriba una palabra por rama; es más un diagrama de conceptos que una redacción. Dibuje sin temor imágenes, use colores y líneas curvas. Lo hará que trabajen todas las zonas de su cerebro y por lo tanto recuerde mejor su mapa.

5 características de la andragogía

A diferencia del niño, el adulto como individuo maduro, manifiesta las siguientes características:
1. Tiene un Auto-concepto
2. Tiene Experiencia
3. Prisa en Aprender
4. Orientación para Aprendizaje
5. Motivación para Aprender

desarrollo de las características:

1. Auto-concepto
En contraste a la dependencia de niños, los adultos tenemos una necesidad psicológica profunda para ser auto-dirigidos. Nuestro auto-concepto nos lleva a guiarnos por nuestra propia voluntad. Somos renuentes a las situaciones en que el Facilitador y el diseño de los programas limitan a los aprendices en un papel dependiente - como si fueran niños - o en el estilo de enseñanza del docente, instructor o facilitador en el que puede llegar a guiar a sus estudiantes con amonestaciones inadecuadas, ridiculizándolos o con acicates equivocados.


2. Experiencia del adulto
Los adultos independientemente de la edad hemos acumulado gran riqueza de experiencias que se convierten en importantes recursos de aprendizaje, y al mismo tiempo se convierten en plataforma para desarrollar nuevos aprendizajes para sí mismo, así como para la comunidad de aprendizaje en la cual el individuo se encuentra inmerso.


3. Prisa para Aprender
Los adultos estamos dispuestos a aprender cosas que necesitamos saber o saber hacer, para así cumplir con nuestros papeles en la sociedad: laboralmente, como profesionales, como líderes, trabajadores, esposos(as), padres o madres. Nuestra rapidez en aprender se orienta cada vez más para las tareas en el desarrollo de nuestros papeles y responsabilidades sociales cuando se alcanzan niveles de madurez adecuadas. Si bien es cierto, es frecuente que muchos adultos presenten grados de reticencia en procesos de aprendizaje de manera manifiesta u oculta, al sentirse presionados si su participación, no es 100% voluntaria.


4. Orientación para el Aprendizaje
Los niños tienen una orientación centrada en materias para el aprendizaje, los adultos tenemos una tendencia a mantener una orientación centrada en situaciones, problemas, decisiones y mejoras permanentes. Los niños llegan a dominar con grandes destrezas los contenidos, para ser promovidos al grado superior y continuar con su proceso; los adultos buscamos los conocimientos para desarrollar las habilidades que necesitamos aplicar a situaciones o problemas a los que nos confrontamos en la vida real en nuestras actividades y labores cotidianas. La perspectiva del tiempo en nosotros los adultos cambia hacia individuos que buscamos conocimientos para una aplicación de manera inmediata, que vaya de la mano con los objetivos de nuestras actividades o para las empresas para las cuales trabajamos, en aras de mejorar nuestras competencias.


5. Motivación para Aprender
Los adultos estamos más motivados para aprender por los factores internos, tales como desarrollo de nuestra auto-estima, recompensas tales como aumentos de sueldo, ascensos, necesidades evolucionadas, descritas por Abraham H. Maslow en su "Jerarquía de Necesidades". Aunque eventualmente podremos encontrar personas que buscarán evitar participar en los procesos de aprendizajes por varios factores entre estos el temor a hablar en público, desconocimiento, vergüenza, falta de seguridad, otros factores. El ser humano suele hacer más por evitar sus mayores miedos, que lo que hace por alcanzar sus anhelos, pero es parte de una realidad.

información extraida de:http://www.yturralde.com/andragogia.htm

Andragogía: educación de adultos

La Andragogía es la disciplina que se ocupa de la educación y el aprendizaje del adulto. Etimológicamente la palabra adulto, proviene de la voz latina adultus, que puede interpretarse como "ha crecido" luego de la etapa de la adolescencia. A diferencia de la Pedagogía que se aplica a la educación en sí misma con gran énfasis en los primeros años.

Ernesto Yturralde expresa: "Andragogía es al adulto, como Pedagogía al Niño". El niño se somete al sistema, el adulto busca el conocimiento para su aplicación inmediata que le permita redituar en el menor tiempo, existiendo la clara conciencia de buscar ser más competitivo en la actividad que el individuo realice, más aún si el proceso de aprendizaje es patrocinado por una organización que espera mejorar su posición competitiva, mejorando sus competencias laborales, entendiendo como competencias al conjunto de conocimientos, habilidades, destrezas y actitudes orientadas a un desempeño superior en su entorno laboral, que incluyen tareas, actividades y responsabilidades, que contribuyen al logro de los objetivos clave buscados.

El rol del Participante adulto, en el proceso de aprendizaje, es diferente y se proyecta con un mayor alcance que el de ser un receptor pasivo, tomador de apuntes, conformista, resignado memorista o simple repetidor de las enseñanzas impartidas por un Instructor, Docente o Facilitador. La Participación implica el análisis crítico de las situaciones planteadas, a través del aporte de soluciones efectivas. La Andragogía como un proceso continuo de excelencia, conlleva la misión final, de proveer un mejor nivel de vida personal y laboral del discente."

La Andragogía conceptualmente no es tan nueva como parece. Alexander Kapp, maestro alemán utilizó el término ANDRAGOGÍA por primera ocasión en 1833, al intentar describir la práctica educativa que Platón ejerció al instruir a sus pupilos que eran jóvenes y adultos. A principios del siglo pasado, alrededor de 1920, Eugen Rosenback retoma el concepto para referirse al conjunto de elementos curriculares propios de la educación de adultos, entre estos, filosofía, profesores y metodologías a utilizar.

Malcolm S. Knowles, (1913-1997) es considerado como el padre de Educación de Adultos. Introdujo la Teoría de Andragogía como el arte y la ciencia de ayudar a adultos a aprender. Consideraba que los adultos necesitan ser participantes activos en su propio aprendizaje.

Knowles expresaba que los adultos aprenden de manera diferente a los niños y que los entrenadores en su rol de facilitadores del aprendizaje deberían usar un proceso diferente para facilitar este aprendizaje. Para Knowles, hay cinco factores, que diferencian a los adultos de los niños. En su obra La Práctica Moderna de Educación de Adultos: "Andragogy Versus Pedagogy" de 1970, presentó su Modelo Andragógico.

La UNESCO retomó el concepto en sustitución de la expresión de Pedagogía para adultos, bajo el interés por el proceso de la formación y de la educación permanente de hombres y mujeres adultas, de manera diferencial a la formación del niño y el adolescente.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Proyecto: mapas mentales y su aporte a la capacitación

El trabajo de investigación, en esta primera etapa, se realizará a través de la formulación del tema como una hipótesis. Estudiaré, indagaré, a través de un poceso, más o menos científico, las posibilidades de los " mapas mentales" como herramienta para mejorar los aprendizajes en procesos de capacitación.

Me pareció, como primera aproximación, una propuesta interesante, distinta, novedosa, la producción de " mapas mentales" como método de resumen, de síntesis de conocimientos.
Considero que tiene un gran potencial, en cuanto genera una construcción que agrupa imágenes con palabras, por lo tanto, trabaja con distintos sectores del cerebro, tanto del que lo construye, como del que lo lee u observa. Es de público conocimiento, que no todas las personas tienen igual capacidad de memorización y de aprendizaje, en términos de la forma en que su capacidad cerebral logra realizar estos procesos cognitivos. Un buen porcentaje de la población tiene mejor capacidad de almacenar imágenes por sobre palabras, ya sean orales o escritas; por el contrario, otro porcentaje tiene mayor capacidad de memorización de palabras, por sobre imágenes. De este último grupo, existe una división entre los que captan más los mensajes escritos y otro, que lo hacen a través de la realización oral. Por lo tanto, la construcción de buenos mapas mentales, junto con otras técnicas, supone una buena forma de llegar a distintos grupos de alumnos.

Existe una necesidad de producir herramientas que mejoren nuestro quehacer pedagógico, que sean capaces de competir con las tics y logren atraer a los alumnos. En este sentido, lograr captar la atención de los alumnos pasa, en gran medidad, por la capacidad de generar material pedagógico con una fuerte presencia de imgágenes, ya sean fijas como en movimiento. Es este un mundo cargado y , a veces, sobrecargado de imágenes, que provienen tanto de la televisión, como de internet, de las revistas, de los diarios, de la publicidad estática ( paletas y gigantografías) , de los celulares, etc. por lo tanto, es una tarea titánica, muchas veces extremadamente difícil, la labor del profesor de lograr seducir, atraer, o al menos, captar la atención de un alumno. Imagínense en este sentido, a un profesor de lenguaje, tratando de explicar y hacer entender, la importancia de leer un libro ( un montón de palabras que leer) a un alumno de secundaria idiotizado, sino obnuvilado, con el bombardeo de imágenes de los medios, con cero o muy poca comprensión lectora, en un medio social que no genera estimación el acto de leer, y en una familia donde no hay libros y donde el padre, como mucho , lee ( hojea) La Cuarta el día viernes. Complicado panorama, que cada vez más requiere de nuestra capacidad de innovación.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Bombero


Desde el año 1993 hasta el 2009 fui Voluntario de Bomberos. Primero serví en el Cuerpo de Bomberos de Puente Alto, apenas cumplidos los 18 años. La entrada a Bomberos fue, como varias cosas que han pasado en mi vida, un impulso nada planificado, más bien una suerte de probar algo novedoso, aparentemente estimulante. En aquellos años usaba mi melena larga ( bastante hippie) y mis mayores responsabilidades eran despertar y asistir, tarde mal y nunca, a un preuniversitario, para mejorar mi puntaje en la PAA, que si bien no era malo, crei que podía mejorar.Entonces un amigo, mi mejor amigo, que ya era Bomberos hacía un par de años, me convenció de que ingresara, porque el cuartel estaba con pocos voluntarios y otros argumentos menos altruistas, del tipo " tenemos mesa de pool" y " lo pasamos bastante bien". Estas razones fueron más que suficientes para mi, asi que una tarde de febrero golpee la puerta del cuartel y me presenté, afirmando que quería ser bombero; la recepción fue muy buena, pero debía superar un pequeño inconveniente: el largo pelo. A la mañana siguiente, con ayuda de mi madre, me corté mi larga cabellera, y para provocar algo de impacto y que quedara suficientemente clara mi convicción, decidí raparme con espuma y máquina de afeitar. Entonces regresé al cuartel, provocando la risa y el espanto por tan drástica desición. Hasta el día de hoy, mi ficha de ingreso, que permanecerá en el cuartel de mi querida Cuarta Compañía, figura con una extraña foto de un calvo con más pinta de delincuente fichado en gendarmería, que de un neófito primerizo bombero voluntario.