viernes, 3 de septiembre de 2010

Bombero


Desde el año 1993 hasta el 2009 fui Voluntario de Bomberos. Primero serví en el Cuerpo de Bomberos de Puente Alto, apenas cumplidos los 18 años. La entrada a Bomberos fue, como varias cosas que han pasado en mi vida, un impulso nada planificado, más bien una suerte de probar algo novedoso, aparentemente estimulante. En aquellos años usaba mi melena larga ( bastante hippie) y mis mayores responsabilidades eran despertar y asistir, tarde mal y nunca, a un preuniversitario, para mejorar mi puntaje en la PAA, que si bien no era malo, crei que podía mejorar.Entonces un amigo, mi mejor amigo, que ya era Bomberos hacía un par de años, me convenció de que ingresara, porque el cuartel estaba con pocos voluntarios y otros argumentos menos altruistas, del tipo " tenemos mesa de pool" y " lo pasamos bastante bien". Estas razones fueron más que suficientes para mi, asi que una tarde de febrero golpee la puerta del cuartel y me presenté, afirmando que quería ser bombero; la recepción fue muy buena, pero debía superar un pequeño inconveniente: el largo pelo. A la mañana siguiente, con ayuda de mi madre, me corté mi larga cabellera, y para provocar algo de impacto y que quedara suficientemente clara mi convicción, decidí raparme con espuma y máquina de afeitar. Entonces regresé al cuartel, provocando la risa y el espanto por tan drástica desición. Hasta el día de hoy, mi ficha de ingreso, que permanecerá en el cuartel de mi querida Cuarta Compañía, figura con una extraña foto de un calvo con más pinta de delincuente fichado en gendarmería, que de un neófito primerizo bombero voluntario.

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